“Estamos desamparados en este sector”. Los vecinos del Puente de la Historia, indignados por los disturbios.
Residentes del área del Puente de la Historia expresan su indignación ante los constantes disturbios que se registran en la zona durante los fines de semana.
Residentes del área del Puente de la Historia expresan su indignación ante los constantes disturbios que se registran en la zona durante los fines de semana. Sergio Pérez, vecino del lugar, describe la situación vivida en los últimos días, denunciando ruidos molestos, aglomeración de personas y falta de acción por parte de las autoridades.
En diálogo con Estación 95 y Somos Televisión Bell Ville, Pérez señaló: “Seguimos con lo mismo del año pasado, pero cada vez peor. Este fin de semana fue algo abrumador; la cantidad de gente tomando alcohol acá, hasta altas horas de la madrugada. Arrancaron jueves, viernes y sábado, y el domingo todavía había personas de fiesta cuando nos levantamos”, relató con evidente descontento.
La situación ha escalado a tal punto que los vecinos aseguran no poder descansar ni disfrutar de su hogar en paz. Pérez describe el ambiente nocturno como “infernal”, mencionando que “se reúnen muchísimas personas, tiran cortes con las motos, los autos con la música al máximo, los vidrios retumban; es imposible dormir”.
La problemática no solo afecta a los residentes del sector inmediato, sino que repercute en toda la comunidad aledaña al paseo. Frente a la falta de respuestas, los vecinos han decidido redoblar sus esfuerzos en busca de una solución: “Vamos a mandar otra carta con un abogado al municipio y a la policía, para ver si realmente toman cartas en el asunto, que dejen un patrullero o alguien que modere la situación. No buscamos que los echen, sino que controlen los disturbios”, explicó Pérez.
El vecino también se refirió al estado en el que encuentran el lugar a la mañana siguiente de estos encuentros: “Pasás un domingo y ves todo: botellas, paredes orinadas... la municipalidad tuvo que venir a limpiar y se llevó casi medio camión de botellas. Eso fue el domingo a la mañana, imaginate cuando llegue el calor, lo que nos espera”.
Con resignación y molestia, Pérez concluyó: “Somos ciudadanos que pagamos nuestros impuestos y tenemos derecho a una buena calidad de vida como cualquier otro en Bell Ville. Espero que nos den una solución de una vez por todas”.
La situación pone en evidencia la necesidad de un control adecuado en los espacios públicos para que todos los ciudadanos puedan disfrutar de ellos sin sacrificar su tranquilidad.