
El Club de Canotaje pide aclarar la prohibición provincial de navegar en ríos del interior
La institución continuará con sus actividades, pero reclama que la normativa distinga entre ríos de montaña y de llanura para no afectar prácticas deportivas y educativas.
La reciente resolución del Gobierno provincial que prohíbe la navegación en ríos y arroyos del interior generó inquietud en diversas entidades vinculadas a los deportes náuticos. Entre ellas, el Club de Canotaje Bell Ville manifestó preocupación por el alcance de la medida, publicada en el Boletín Oficial, y gestionó respuestas ante la Dirección de Seguridad Náutica para sostener las actividades que históricamente desarrolla en el río Ctalamochita.
Desde la institución, Guillermo Roth explicó que la normativa generó sorpresa y motivó gestiones inmediatas ante las autoridades provinciales. Como resultado, el club obtuvo una excepción temporaria que permite continuar con su actividad habitual, al igual que otras organizaciones de Río Segundo y del río Carcarañá, que fueron habilitadas a seguir con sus tradicionales travesías.
Sin embargo, el pedido del club es que la normativa sea modificada o complementada con un artículo específico que autorice la navegación en ríos de llanura mediante canoas, kayaks y otras embarcaciones sin motor. En el Ctalamochita, las lanchas están prohibidas por ordenanza, por lo que la entidad busca preservar las disciplinas de remo y la labor formativa que desarrolla con niños y jóvenes.
Además, el club solicitó que se incorpore a la Fundación Nuestro Río, que realiza descensos educativos con grupos escolares y cumple con todas las medidas de seguridad exigidas. El canotaje local sostiene protocolos que incluyen seguros individuales, uso obligatorio de chalecos salvavidas y supervisión permanente.
Roth señaló que la Dirección de Seguridad Náutica prevé una visita a la institución, sorprendida por su volumen de actividad: más de 320 socios y 170 embarcaciones en guardería, sumado a una escuela de canotaje, que entrena a decenas de niños bajo estrictas normas de seguridad.
El club remarcó que la reglamentación debería contemplar la diferencia entre los ríos de montaña, caracterizados por crecidas abruptas y mayor peligrosidad, y los ríos de llanura, cuya dinámica es más previsible. En el Ctalamochita, incluso se trabaja con alertas tempranas en coordinación con Bomberos y otras instituciones para anticipar crecidas con varios días de margen.