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Los Ingenieros, Turco y Teghillo, fueron condenados a un año de prisión en suspenso y los inhabilitó para ejercer la función pública de manera permanente.

La acusación es por negociaciones incompatibles con la función pública.

La Justicia de Villa María condenó hoy a dos ingenieros agrimensores de Bell Ville que actuaban como profesionales independientes y a la vez, como funcionarios, aprobaban sus propios proyectos que incumplían con algunas normativas.

Los condenados son José Ambrosio Teghillo y Guillermo Cesar Turco, quienes cumplían funciones en la Municipalidad de Bell Ville y la Dirección de Catastro hasta el 2014. La acusación es por negociaciones incompatibles con la función pública.

Se avivaron los civiles

Todo comenzó cuando los ingenieros civiles observaron que se estaban aprobando planos que no cumplían con los requisitos del Código de Edificación de la ciudad, pero como los aprobaban ellos mismos, eso no era obstáculo. Por ese motivo el Colegio de Ingenieros Civiles decidió denunciarlos.

Los ingenieros que se sintieron perjudicados se constituyeron además como querellantes particulares y enfrentaron un juicio en Bell Ville donde los dos profesionales denunciados fueron absueltos. Sin embargo no se dieron por vencidos y decidieron apelar, por lo que el Tribunal Superior de Justicia decidió que el juicio debía realizarse nuevamente en Villa María.

Los dos condenados

La jueza Eve Flores condenó a ambos ingenieros a un año de prisión en suspenso y los inhabilitó para ejercer la función pública de manera permanente en un juicio con trámite abreviado donde ambos profesionales debieron aceptar su culpabilidad.

Según el abogado patrocinador de los ingenieros civiles “uno visaba los planos, con el aditamento de que dichos planos no se ajustaban a las normas catastrales ni a los códigos de edificación y el inferior jerárquico de ellos lo aprobaba”.

Es una disputa política

En cambio para el patrocinador de uno de los condenados se trata de una disputa política entre los ingenieros civiles y los agrimensores en la que los primeros encontraron “una aguja en un pajar” para acusar a sus rivales. Según el letrado se discute la incumbencia profesional de unos y otros.

El abogado del ingeniero Turco pidió que el juicio no se cubriera periodística mente para no “escrachar” a los profesionales. La Jueza puso algunos límites pero aclaró que este tipo de audiencias son públicas.

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