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DETISA Agroalimentos reactivó instalaciones en Bell Ville

La empresa invirtió más de USD 200.000, generó empleo y recibió beneficios fiscales por parte del municipio. Es parte del Plan de Desarrollo Productivo que impulsa la gestión de Juan Manuel Moroni.

DETISA Agroalimentos reactivó instalaciones en Bell Ville

La empresa invirtió más de USD 200.000, generó empleo y recibió beneficios fiscales por parte del municipio. Es parte del Plan de Desarrollo Productivo que impulsa la gestión de Juan Manuel Moroni.

En el Parque Industrial de Bell Ville, la empresa DETISA Agroalimentos logró reactivar una planta que llevaba más de una década en desuso, y hoy opera a su máxima capacidad. El intendente Juan Manuel Moroni y el secretario de Finanzas Ricardo Bonini visitaron las instalaciones para anunciar la entrega de beneficios fiscales a la firma, en el marco del Plan de Desarrollo Productivo municipal.

DETISA se instaló en la ciudad tras detectar una oportunidad estratégica: una planta abandonada en una zona clave de la provincia, cercana a la materia prima y a los centros de consumo. La empresa invirtió más de USD 200.000 en refacciones, modernización y tecnología, lo que le permitió alcanzar una producción diaria de 103 toneladas de soja procesada. Con la inminente conexión al gas natural, ese volumen aumentará a 130 toneladas por día.

La compañía, presidida por Matías Pérez, ya comercializa expeller de soja localmente para sectores como el porcino, avícola y productores de alimento balanceado. El 80 % de la soja procesada se obtiene en la región, dinamizando el ecosistema agroindustrial de Bell Ville y zonas aledañas como Ballesteros, Villa María y Oncativo.

El municipio reconoció a DETISA por cumplir con los requisitos de la normativa local en materia de inversión, empleo y relocalización empresarial, otorgándole incentivos fiscales que fortalecen su proyección a futuro. Según informaron desde la empresa, se analiza trasladar parte de su planta administrativa a Bell Ville, a raíz de la buena recepción local y los beneficios impositivos.

DETISA no solo recuperó una infraestructura olvidada, sino que generó más de 10 empleos directos, se insertó en el tejido productivo local y se convirtió en un ejemplo del rumbo que propone el municipio: atraer inversiones que agreguen valor a la producción rural y generen oportunidades sostenibles.

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