SIGUEN LAS DENUNCIAS POR HECHOS DE INSEGURIDAD
En Bell ville, una serie de robos recientes ha dejado a varios comerciantes y vecinos en estado de alerta.
Natali Reyes, vecina del loteo de Suárez, denunció públicamente una serie de robos que la han afectado. Reyes relató cómo, en plena luz del día y mientras estaba ausente en el hospital, su casa fue violentamente asaltada. "Rompieron la puerta, se llevaron herramientas, dinero, ropa y otras pertenencias," comentó. Afortunadamente, la llegada oportuna de su suegro evitó que los ladrones sustrajeran objetos de mayor tamaño.
La vecina destacó la falta de iluminación en las calles, una solicitud que, según ella, lleva siete años sin respuesta de la municipalidad. "Prometen poner luces, pero nunca lo hacen," lamentó. Además, Reyes expresó su frustración con la policía local, señalando que, a pesar de los llamados constantes por parte de los residentes, las autoridades no aparecen, alegando falta de móviles.
Reyes también mencionó que no es un caso aislado, ya que otros vecinos han sufrido robos similares en el último tiempo. La situación ha llevado a los residentes a extremar las medidas de seguridad en sus hogares, instalando rejas en puertas y ventanas. A pesar de haber proporcionado datos sobre un sospechoso a la policía, hasta el momento no se han tomado medidas concretas para recuperar las pertenencias robadas ni para prevenir futuros incidentes.
En tanto la propietaria del comercio en calle Int. Viqueira, relató su experiencia en la que su tienda fue saqueada por un grupo de cuatro personas, incluidas tres mujeres y un hombre. Los delincuentes actuaron de manera organizada y profesional, seleccionando cuidadosamente los artículos de mayor valor, como camperas importadas. "Entraron como clientes normales, pero en cuestión de minutos se llevaron productos por un valor significativo", detalló.
Según los relatos, cuatro individuos, tres mujeres y un hombre, ingresaron a los comercios haciéndose pasar por clientes. "Entraron dos personas primero, luego las otras dos. Se dirigieron directamente a las camperas importadas, después me distrajeron mientras las otras robaban," detalló una de las comerciantes afectadas.
Los hechos ocurrieron durante la mañana, entre las 10:00 y las 11:00, cuando el negocio estaba lleno de clientes. Las cámaras de seguridad captaron el momento en que las sospechosas ocultaban las prendas en bolsas que llevaban escondidas bajo la ropa. "Llevaron unas 20 camperas, todas importadas," lamentó la propietaria, quien también mencionó que las mismas personas han sido identificadas en otros robos en la zona, según capturas de pantalla que circulan en redes sociales.
En tanto el pasado miércoles por la mañana, cuatro personas, tres mujeres y un hombre, ingresaron a la perfumería "Eifel" simulando ser clientes. Según las propietarias del establecimiento, primero ingresaron como pareja un hombre y una mujer, seguidos por dos mujeres más. Cada uno de ellos se dirigió a diferentes áreas del local, interesándose por productos de maquillaje y perfumes.
En un momento de descuido, una de las mujeres aprovechó para robar 28 frascos de fragancias importadas de alto valor. "Lo hicieron en un minuto, minuto y medio", comentó una de las propietarias, quien además agregó que los ladrones estaban muy bien preparados, utilizando bolsas especiales que inhiben sistemas de seguridad y que, a simple vista, parecían vacías al salir del local. Las cámaras de seguridad fueron desactivadas, lo que demuestra la profesionalidad del grupo.
El robo fue minuciosamente planificado, ya que en las grabaciones se observa cómo los ladrones estudiaron previamente los movimientos del personal y del local. "El nuestro es un rubro que requiere mucho asesoramiento, y eso lo tenían muy estudiado", expresó la dueña, quien también indicó que los mismos individuos fueron captados robando en otra tienda de la ciudad.
La policía ha sido notificada y se han presentado todas las pruebas necesarias para identificar a los responsables. El incidente no solo ha generado pérdidas económicas significativas, sino que también ha afectado emocionalmente a los propietarios y empleados del negocio.
