Monte Leña celebró la segunda edición del Festival del Algarrobo
Con un Polideportivo colmado y una grilla de lujo encabezada por Los Nombradores del Alba, el evento recaudó fondos para las escuelas locales y reafirmó el compromiso de la comunidad con la educación.
Monte Leña vivió una noche inolvidable con la segunda edición del Festival del Algarrobo, una propuesta cultural que ya se consolida como una de las más convocantes del sur cordobés. Con una grilla artística diversa y un fuerte componente solidario, el evento combinó la música popular con el compromiso comunitario, destinando lo recaudado a las instituciones educativas locales.
El intendente Gustavo Isoardi fue uno de los principales impulsores del festival y destacó que todo lo generado será utilizado para mejorar las condiciones escolares de la localidad, con proyectos concretos como la compra de aires acondicionados para las aulas. En el acto de apertura, subrayó la importancia de seguir fortaleciendo los lazos entre cultura, gestión y educación.
El espectáculo se desarrolló en un Polideportivo Municipal que quedó chico ante la gran convocatoria. Desde temprano, familias enteras se acercaron para disfrutar de una velada que combinó tradición, folclore y emoción. Sobre el escenario brillaron artistas locales y regionales como María Eva Sarmiento, Monte Criollo, Los Valles y Pampa y Senda, entre muchos otros, quienes tuvieron a su cargo la apertura del evento.
El cierre estuvo a cargo de Los Nombradores del Alba, el esperado número central. Facundo Toro, Nacho Prado, Lucas Ceraso y Diego Gatica ofrecieron un show vibrante que hizo cantar y emocionar a toda la localidad. Durante su visita, destacaron el calor humano recibido, la organización del festival y la alegría de compartir escenario en una localidad que los recibió con los brazos abiertos. Además, compartieron detalles de sus próximos proyectos, incluyendo una colaboración con Mario Teruel (Los Nocheros).
Con entusiasmo, bromas y cercanía con el público, los artistas dejaron en claro que no solo trajeron música, sino también alegría, identidad y esperanza.
