La justicia anula DNU que permitía la venta libre de medicamentos recetados
Víctor Ramello destacó la importancia de la supervisión profesional en la dispensación de medicamentos y habló sobre la coexistencia de recetas tradicionales y electrónicas en el sistema de salud
En un fallo que fue recibido con entusiasmo por el sector farmacéutico, la Justicia de Mendoza decidió anular dos artículos del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que permitían la venta de medicamentos recetados en cualquier comercio. Esta decisión refuerza la posición de que los medicamentos deben ser vendidos exclusivamente en farmacias, bajo la supervisión de un farmacéutico.
Víctor Ramello, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Córdoba, manifestó su satisfacción con el fallo judicial. Según Ramello, la presencia de un farmacéutico en el lugar de dispensación es crucial para garantizar el correcto uso de los medicamentos, incluso aquellos considerados de "venta libre". Señaló que la medida evita problemas asociados con el alto consumo y la automedicación, que podrían haber surgido si la venta se liberalizaba. Ramello también sugirió que la iniciativa de permitir la venta en cualquier comercio tenía fines económicos, beneficiando a unos pocos a expensas de la salud pública.
En Córdoba, esta cuestión ya había sido abordada con la Ley 8302, que prohibía la venta de medicamentos fuera de las farmacias y que fue ratificada hace unos meses por la Unicameral. Ramello subrayó que la Organización Mundial de la Salud establece que las farmacias deben estar supervisadas por farmacéuticos, una pauta que, según él, es esencial para alinearse con los estándares del primer mundo.
Paralelamente, se ha lanzado una campaña para denunciar la venta ilegal de medicamentos. Ramello informó que recientemente, entre Corral de Bustos y Monte Buey, la Gendarmería detuvo a un vendedor ilegal, confiscando su mercancía y procesándolo por venta ilegal, un delito que acarrea penas significativas.
En cuanto a la implementación de recetas electrónicas, Ramello explicó que aunque se está avanzando hacia este sistema, por el momento coexistirán con las recetas tradicionales. Aproximadamente el 70% de las recetas de PAMI y APROSS ya son electrónicas, y el gobierno trabaja en un padrón nacional de prescriptores y expendedores para garantizar que solo los médicos emitan recetas y los farmacéuticos las dispensen. Sin embargo, en Córdoba, la legislación exige que las recetas de psicotrópicos sean manuscritas, lo que plantea un desafío para la total adopción de las recetas electrónicas en todos los casos.
La reciente decisión judicial y los avances en la digitalización de las recetas refuerzan la importancia de la supervisión farmacéutica en la dispensación de medicamentos, garantizando así la seguridad y el bienestar de los pacientes.
VICTOR RAMELLO
