Deportes Escuchar artículo

En las mesas del Arte Nativo. Se disputó el Nacional de 5 Quillas en Bell Ville.

Con un destacado marco de público, el Club Arte Nativo fue sede del Torneo Argentino de 5 Quillas, que reunió a los mejores exponentes de la disciplina y consagró campeón a Gustavo Mosca.

En las mesas del Arte Nativo. Se disputó el Nacional de 5 Quillas en Bell Ville.

Con un destacado marco de público, el Club Arte Nativo fue sede del Torneo Argentino de 5 Quillas, que reunió a los mejores exponentes de la disciplina y consagró campeón a Gustavo Mosca.

Durante el fin de semana, el histórico Club de Arte Nativo de Bell Ville fue escenario del Torneo Argentino de 5 Quillas, que convocó a los máximos referentes nacionales de este deporte. Tras una serie de emocionantes encuentros, Gustavo Mosca se coronó campeón, seguido por Walter Carozzi como subcampeón y Mauricio Bianchi en el tercer puesto. 

Los finalistas destacaron la importancia de la práctica constante para perfeccionar el nivel de juego.

Nelson Carrieri, dirigente de la Federación, realizó un balance positivo del evento, resaltando la relevancia de esta competencia en el circuito nacional. “El torneo argentino de primera es el objetivo de muchos jugadores que aspiran a llegar a la categoría superior. Más allá de eso, lo importante es la magnitud del evento y el excelente ambiente que vivimos; el Club Arte Nativo nos cedió sus instalaciones de primera categoría, la cantina estuvo siempre disponible y tuvimos una cena de camaradería bárbara. La idea es competir, pero también pasarla bien”, expresó Carrieri.

Respecto al desarrollo del billar en Argentina, Carrieri señaló: “Estamos creciendo día a día, sumando jóvenes al deporte. El mes pasado participamos en el Mundial en Italia con 13 representantes, lo cual es importante. Aunque la realidad del país a veces complica por las distancias y costos, se están formando escuelitas en distintos clubes para atraer a los jóvenes, lo que ha tenido buena aceptación”.

La jornada concluyó con un ambiente de camaradería entre los jugadores y el público, que acompañó cada partido con entusiasmo, reafirmando el compromiso y la pasión por el billar en la ciudad.

 

 

Volver arriba