Locales Escuchar artículo

Crisis en discapacidad

En el marco de una jornada nacional, la ciudad fue escenario de una protesta pacífica que denunció el abandono del sistema de prestaciones y la falta de respuesta estatal.

Crisis en discapacidad

En el marco de una jornada nacional, la ciudad fue escenario de una protesta pacífica que denunció el abandono del sistema de prestaciones y la falta de respuesta estatal.

En sintonía con la convocatoria nacional, Bell Ville fue uno de los puntos donde se visibilizó la crisis que atraviesan las personas con discapacidad, sus familias y los profesionales que las acompañan. La concentración tuvo lugar en horas de la mañana y estuvo marcada por la angustia, el compromiso y la necesidad urgente de ser escuchados.

El reclamo giró en torno al congelamiento de aranceles, la burocracia de las obras sociales, la falta de pagos y el abandono por parte del Estado. Madres, terapeutas, acompañantes terapéuticos y docentes de apoyo manifestaron que la situación es insostenible y que las consecuencias impactan directamente en la calidad de vida de quienes más necesitan continuidad y estabilidad en sus tratamientos.

Desde el equipo de CENIF, señalaron que muchos profesionales llevan meses sin cobrar y continúan prestando servicios por compromiso ético, aún a costa de su propia economía familiar. Expresaron su hartazgo ante la falta de respuestas concretas y el destrato institucional que enfrentan a diario.

Las familias, por su parte, compartieron historias de espera interminable para la aprobación de terapias, demoras en la entrega de medicación y equipamiento esencial, como sillas de ruedas posturales. Casos como el de un niño con encefalopatía epiléptica reflejan el impacto devastador de esta crisis: cada tratamiento que se retrasa significa una pérdida en su desarrollo.

La manifestación, aunque de bajo volumen en asistencia, fue de alto impacto emocional. Quienes participaron remarcaron que no se movilizan por elección, sino por necesidad. “Nos sentimos solos”, repitieron varios de los presentes, en alusión a la escasa participación comunitaria, pero también al vacío institucional.

A pesar de la frustración, también hubo una propuesta constructiva: pensar nuevas formas de organización, elevar cartas, recolectar firmas, solicitar reuniones con el municipio y seguir visibilizando una problemática que atraviesa a miles de personas en todo el país.

Volver arriba