Con gran éxito se desarrolló el tercer encuentro nacional de Mini Básquet en el Club Bell.
Cientos de niños y familias participaron de un evento que se consolida como una de las grandes citas deportivas en Bell Ville.
Durante el fin de semana, Bell Ville vivió una verdadera fiesta del deporte con la realización del tercer encuentro de Mini Básquet en el Club Bell. El evento reunió a cientos de niñas y niños de distintos puntos del país, quienes disfrutaron de una jornada cargada de diversión, deporte y compañerismo. Este evento, que ya se está ganando un lugar importante en el calendario deportivo local, fue valorado positivamente tanto por los organizadores como por las delegaciones participantes, quienes destacaron la calidad organizativa y el ambiente familiar que se vivió durante todo el fin de semana.
Mauricio Feder, representante del Club Colegiales de Buenos Aires, manifestó su alegría por participar nuevamente en el encuentro: “Sí, la verdad que sí, lo re disfrutamos, sobre todo los chicos, que esperan con ansias esta fecha para poder venir al encuentro. Es la segunda vez que venimos, vinimos hace dos años y la verdad que cada vez que venimos la pasamos bárbaro. Los chicos, los padres, todos tenemos muy buenos comentarios, así que nada, esperamos cada año para venir y disfrutar de esto que es una fiesta. Nosotros en Capital somos un club de barrio, con una sola cancha y muchos chicos, así que estamos tratando de pelear día a día para poder tener más espacio, más entrenamiento, que es lo que queremos para los chicos”.
Desde Corral de Bustos, otro de los representantes, también valoró la importancia de estos eventos para la formación de los jugadores más jóvenes: “La idea es movilizar el mini-básquet porque es el futuro de la asociación, de la liga, de la federación y todo lo demás. Tienen que jugar un montón de partidos para ganar experiencia. El año que viene ya tienen que empezar a jugar con pelota grande y aro alto, y bueno, la experiencia es lo que cuenta. Este año nos propusimos tratar de jugar la mayor cantidad de encuentros posibles, aunque es un gasto importante. No solo por los traslados, sino por los esfuerzos que hace la subcomisión para que los chicos puedan viajar y estar presentes en todos estos encuentros”.
Mateo Burki, parte del equipo organizador del encuentro, destacó el esfuerzo de todas las partes involucradas para llevar adelante la jornada: “Súper contento, la verdad que el sábado fue espectacular, mejor no podía haber salido. Obviamente que hay cositas que ajustar, detalles, pero la verdad es que fue fantástico. Los chicos estuvieron jugando todo el día, se fueron contentos, un poco agotados, pero contentos. Se cumplió el objetivo, que era que jueguen todo el día y lo logramos. El grupo de padres de la comisión trabajó muy bien, cada uno dio su 100%, y eso llevó a que hoy tengamos la tercera edición del Encuentro Nacional de Mini Básquet”.
Desde General Pico, La Pampa, Javier Sierro subrayó el papel formativo del Mini Básquet en la vida de los chicos y chicas: “Esto es lo que tiene el mini básquet, hoy por hoy no es competitivo, es formador de personas, formador de jugadores. Es la base para el día de mañana para todo el básquetbol que se desarrolla en la Argentina. Es venir, participar, y tratar de desenvolver en la vida cotidiana a los niños y niñas a través de un deporte. Nosotros venimos desde 500 kilómetros, y es un trabajo previo de tres meses donde la invitación estaba hecha, uno quería estar acá y, bueno, hay que hacer números para ver si se puede venir. Hoy por hoy, el apoyo tanto de los padres como de la dirigencia hace que podamos estar acá. Son tiempos difíciles, la economía por ahí nos complica, pero es un esfuerzo que vale la pena”.
Una de las presencias destacadas del evento fue “El Peluca”, un personaje conocido en el ámbito del básquet y oriundo de La Pampa, quien expresó su gratitud hacia los organizadores: “La verdad que la organización de esta gente es majestuosa. Lo decía hace un ratito, porque uno habla siempre del detrás de escena, de lo que muchos no vemos cuando venimos acá y ya está todo armado. Esta gente hace meses que no duerme bien, hace tres años que vienen con esto, no es una idea improvisada, lleva mucho esfuerzo. Ellos lograron generar un ambiente de cordialidad y familia que se siente desde que llegás. Es admirable el trabajo de todas las personas que están metiendo horas al club. Vinimos de La Pampa, hicimos 600 kilómetros, y nos llevamos una experiencia increíble. No faltó nada, todo estuvo impecable, y nos trataron de maravilla”.
El evento concluyó con un balance positivo tanto por parte de los organizadores como de las delegaciones participantes, quienes valoraron no solo el aspecto deportivo, sino también la calidez humana que se vivió durante el encuentro, lo que promete seguir consolidándose como una de las grandes citas del básquet infantil en la región.