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Bell gritó campeón provincial en una final inolvidable

Con garra, corazón y fútbol, el equipo de Mariano Oviedo superó a San Martín en Vicuña Mackenna y volvió a poner a Bell en lo más alto del deporte cordobés.

Bell gritó campeón provincial en una final inolvidable

Con garra, corazón y fútbol, el equipo de Mariano Oviedo superó a San Martín en Vicuña Mackenna y volvió a poner a Bell en lo más alto del deporte cordobés.

En una tarde cargada de emociones en Vicuña Mackenna, Bell se consagró campeón provincial de fútbol tras una final intensa y dramática ante San Martín. El equipo dirigido por Mariano Oviedo logró igualar el partido sobre el final y, gracias a su temple y convicción, selló un nuevo título para la institución.

Desde el arranque, el encuentro fue trabado, con momentos de mucha tensión y entrega por parte de ambos equipos. San Martín, de local, no la puso fácil, pero Bell respondió con actitud y buen juego, encontrando en el último suspiro del tiempo reglamentario el gol del empate que le permitió estirar la definición.

Oviedo, conductor de este proceso, destacó el compromiso del grupo, el crecimiento partido a partido y la forma en que el equipo supo suplir la falta de juego vistoso con carácter y entrega. En ese sentido, no dudó en remarcar el trabajo silencioso de muchos futbolistas que venían de temporadas duras y encontraron en este torneo su revancha.

El presidente del club, Eduardo Tossolini, celebró el logro como un premio al esfuerzo colectivo: jugadores, cuerpo técnico, directivos, sponsors y toda la comunidad que acompaña y sostiene al club día a día. Agradeció especialmente la calidez de la gente de Vicuña Mackenna, quienes recibieron al plantel con respeto y sin inconvenientes.

Entre los protagonistas, el capitán Walter Recuero y el joven Agustín Ricagno —autor de un torneo consagratorio— compartieron su felicidad por alcanzar el campeonato. Ambos destacaron el aporte de todos los integrantes del plantel, el espíritu de equipo y la emoción de sumar una nueva estrella para la historia de Bell.

Con este título, Bell no solo suma una nueva copa a sus vitrinas, sino que reafirma su identidad: la de un club que se levanta, que sueña, que lucha y que siempre vuelve.

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