CONTINÚA EL RECLAMO POR EL DETERIORO EDILICIO EN LA ESCUELA NORMAL
En un esfuerzo conjunto, la comunidad escolar se ha unido para exigir una solución definitiva a los problemas de infraestructura...
En un esfuerzo conjunto, la comunidad escolar se ha unido para exigir una solución definitiva a los problemas de infraestructura que afectan la institución desde hace varios años. La situación, que no ha mostrado mejoras desde la última visita de las autoridades, ha llevado a padres y docentes a manifestarse y buscar respuestas. La directora de la escuela expresó que, a pesar de algunos anuncios vagos sobre la posible realización de obras por parte de la Comunidad Regional, la realidad es que la problemática persiste. "Nos dijeron que algunas obras podrían llevarse a cabo desde la Comunidad Regional, pero necesitamos una solución a fondo. No podemos seguir con parches que solo solucionan temporalmente el problema", enfatizó. El descontento se intensificó después de un día de fuertes lluvias que resaltó la urgencia de abordar la situación. Un grupo de padres se acercó a la escuela para expresar su apoyo y unirse al reclamo, entendiendo que la problemática no solo afecta a la institución educativa, sino a toda la comunidad.
Un preocupante incidente ocurrido a principio de año, según relatos, involucró a un miembro del personal escolar debido a las condiciones generadas por las lluvias. Ahora, con el reciente problema de reubicación de los estudiantes, los padres expresan su profunda inquietud al dejar a sus hijos en la escuela, temiendo por su seguridad. Argumentan que la solución no puede provenir de fondos como FODEMEP, destinados a cuestiones más pequeñas, sino que se requiere una acción decidida por parte de la provincia. Lucas Dalmau, miembro de la comisión de padres de la escuela, expresó la urgencia de la situación señalando que no pueden esperar a que ocurra una tragedia para que las autoridades tomen medidas serias. La preocupación se centra en un expediente que data desde 2018 y que, según estimaciones actuales, involucra una suma cercana a los 300 millones de pesos. Los padres se preguntan: ¿dónde ha ido a parar esa asignación presupuestaria?