EMOTIVO HOMENAJE A "LOS GURRUMA"; HISTÓRICOS CANILLITAS DE NUESTRA CIUDAD
En un emotivo acto llevado a cabo esta semana, el Concejo Deliberante materializó la memoria de los queridos vecinos Jorge y David Martínez.
En un emotivo acto llevado a cabo esta semana, en el Concejo Deliberante de Bell Ville, se materializó a la memoria de los queridos vecinos: Jorge y David Martínez de la icónica esquina de Calle Córdoba y San Martín.
El reconocimiento a la normativa aprobada previamente por el Consejo, que busca inmortalizar en el espacio urbano a aquellos ciudadanos que han dejado una huella imborrable en la comunidad.
Los Gurruma, conocidos cariñosamente por toda la ciudad, no solo fueron los propietarios del tradicional kiosco de diarios y revistas en la mencionada esquina, sino que también desempeñaron el rol de canillitas durante más de medio siglo. Su labor no se limitaba a la simple venta de periódicos, ya que atraían a los transeúntes leyendo a viva voz los titulares, una estrategia que se volvió emblemática en la zona.
La elección de la fecha para este homenaje no fue casualidad, ya que coincide con el Día Nacional del Canillita, celebrado el pasado martes 7 de noviembre. La función de los Gurruma como canillitas dejó una marca indeleble en la historia de la ciudad, y la placa conmemorativa en la esquina rinde tributo no solo a Jorge y David, sino también a todos los canillitas de la localidad.
En una conmovedora participación Susana Capozzuca, viuda de Jorge Martínez, tuvo el honor de descubrir la placa.
Durante años, Susana desempeñó la ardua tarea de repartir diarios y revistas casa por casa, sin importar las condiciones climáticas ni los feriados. Su presencia en el evento sirvió como reconocimiento a todos los canillitas que han contribuido y continúan contribuyendo al tejido social de la ciudad. En las palabras del homenaje, se destacó la importancia del kiosco como punto de encuentro para la comunidad. Allí, vecinos, deportistas, comerciantes y amigos se congregaban para compartir vivencias y proyectos mientras esperaban el reparto dominical. La "familia Gurruma", extendida a través de los años, no solo se conformó por Jorge y David, sino también por Susana, sus hijos y otros colaboradores que hicieron posible el legado de este icónico rincón. El evento contó con la presencia de numerosos asistentes, a pesar de las inclemencias del tiempo, quienes se unieron para rendir homenaje a una familia que dejó una marca imborrable en la historia local. En las palabras de Susana, se reflejó la emoción y agradecimiento por el reconocimiento a la labor de los canillitas, subrayando la importancia de preservar la memoria de aquellos que han trascendido en la comunidad.