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90 días sin Lian

Elías y Plácida, padres del niño desaparecido en Ballesteros Sud, compartieron su dolor y reclamo en una entrevista televisiva. La investigación sigue abierta.

90 días sin Lian

Elías y Plácida, padres del niño desaparecido en Ballesteros Sud, compartieron su dolor y reclamo en una entrevista televisiva. La investigación sigue abierta.

A casi tres meses de la desaparición de Lian, el pequeño de cinco años que fue visto por última vez en las inmediaciones de su casa en Ballesteros Sud, sus padres rompieron el silencio en un conmovedor testimonio difundido por TV Coop de Justiniano Posse. Elías y Plácida contaron cómo viven este momento de incertidumbre, rodeados de dolor, prejuicios y pocas certezas.

El niño, que jugaba habitualmente cerca de su casa, desapareció sin dejar rastros. Según relataron sus padres, fue visto por última vez por sus hermanos, y desde entonces no han tenido noticias concretas. En su búsqueda incansable, han apelado al apoyo de la justicia y la comunidad, pero aseguran que el tiempo pasa sin respuestas ni información clara.

Con una mezcla de desesperación y esperanza, la familia sostiene que Lian está vivo y que alguien lo tiene, aunque no saben dónde ni por qué. “Mi hijo está vivo, pero no sabemos quién se lo llevó”, expresó su padre, quien también reveló que se les ha informado sobre varias hipótesis en curso.

Plácida, por su parte, enfrentó rumores dolorosos que circularon en su comunidad, y que la acusan falsamente de haber entregado a su hijo. Entre lágrimas, desmintió esas versiones y reclamó justicia, especialmente para quienes —como ellos— no cuentan con recursos ni poder. “Para los pobres no hay justicia”, lamentó.

Los hermanos de Lian también sufren las consecuencias emocionales de esta ausencia. La familia ha comenzado un acompañamiento psicológico para contener el trauma, pero la incertidumbre se hace más difícil con cada día que pasa.

La investigación judicial continúa con varias líneas abiertas, pero la familia reclama mayor comunicación por parte de las autoridades. Piden que la comunidad los acompañe, no solo con empatía, sino también con información: cualquier dato puede ser clave.

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